Aún así, eso solo explica nuestra composición física. Nos
hace sentir pequeños, a la vez que insignificantes. Sentimos que somos una
infinitésima parte de lo que antaño hubiese sido un colosal y orgulloso cuerpo
celeste espacial. Y si eso solo explica nuestra composición física, ¿qué somos
realmente? ¿No lo sabéis?
Yo os lo explico
Estamos formados de polvo de estrellas, pero estamos hechos del
resultado del sumatorio de todas y cada una de las decisiones que tomamos a lo
largo de nuestras vidas: De aquellas decisiones que evaluamos durante horas o
incluso días y que supimos que estábamos tomando la decisión correcta; pero
también de aquellas decisiones que tuvimos que tomar de forma rápida y apresurada,
de las cuales no estábamos seguros por completo de estar en lo correcto; también
de las decisiones que en algún momento tomaron por nosotros y las aceptamos
como nuestras; de las decisiones que sabíamos que estábamos tomando de forma
incorrecta; y, por supuesto, de las decisiones que nunca tomamos…
A fin de cuentas, estamos hechos de cientos de millones de
miles decisiones tomadas en un determinado instante. Sí, instantes, puede que
pienses que llevas días, semanas o meses dándole vueltas a una determinada
decisión… Pero es en solo un instante cuando te decides. Un instante puede
cambiarlo todo, o no llegar a cambiar nada en absoluto. Un instante puede
hacerte seguir viviendo la vida que llevas hasta ahora, o puede embarcarte en
la mayor de las aventuras que jamás has vivido…
Polvo cósmico estelar que vagó durante eones por el vacío
del espacio y que se unió de manera compleja para darte forma. Oxígeno,
hidrógeno, nitrógeno, carbono, calcio y fósforo enlazados de forma
extraordinariamente única; también decisiones importantes, difíciles, rápidas e
irrelevantes. Decisiones extraordinarias, banales, manipuladas y estresantes; y,
por último, Instantes… puede que efímeros, puede que constantes. Instantes eléctricos,
aleatorios, caóticos, interesantes, estimulantes, agobiantes, energizantes, depresivos
y emocionantes. Instantes rápidos, sencillos, vibrantes, chirriantes, gigantes,
brillantes, picantes y acojonantes…
No hay más.
Estamos hechos de polvo de estrellas, pero sobre todo de decisiones
e instantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario