sábado, 15 de diciembre de 2012

Mi inspiración


Infinitas son las líneas que hoy podría escribir, ya que infinito es lo que siento. Pero la razón me lleva a ser escueto e ir a lo importante, sin perderme mucho en banalidades.

Muchas son las cosas que hice a lo largo de mis 21 años. He escrito textos, canciones, he jugado a millones de juegos, he realizado multitud de viajes, he soñado, pensado, ideado, fantaseado, ansiado, anhelado… en definitiva: he vivido. Y no creáis que es fácil tener fuerzas para realizar tales empresas día tras día, hora tras hora, minuto tras minuto. Como todo en esta vida requieres de un combustible, algo que te de la fuerza y el valor para seguir adelante.

Eso es lo que es mi hermana para mí. Algo que me hace sacar siempre lo mejor, para poder dárselo todo, ya que ella lo merece. Sé que en muchas ocasiones la cité en este blog, y tres o cuatro son las entradas dedicadas a ella, y ahora que me paro a pensar, no lo merece. Pues ella merece un blog entero para escribir y relatar sobre su persona, su forma de ser, de ilusionarse…

Todo por lo que luché alguna vez en mi vida, todos los sueños que perseguí a lo largo de la misma, fueron guiados por la misma consejera. Ella me impulsó a crear este blog, a seguir adelante en los momentos más duros que he tenido en mi vida, a superar todos los baches que el destino me imponía. Tan solo con el fin, de poder ser mejor hermano, para conseguir hacerla feliz.

Y es que ese es uno de mis mayores propósitos en la vida. No sé si fue impuesto, por mi posición de hermano, o si fue deseado, por mi afán de devolverle todo lo que de ella recibo. Sea como sea es el más dulce de los destinos. No obstante, me consta que no siempre cumplo mi papel, sé que no puedo, pues de mil cosas depende su felicidad. Pero no puedo evitar verla de vez en cuando perdida y triste y no sentir como si mil estacas atravesasen lo que queda de mi corazón.

La mayoría de las veces, su tristeza es un misterio. No creo que nadie llegue nunca a entender lo que por su mente pasa. Y el verla triste, y no poder hacer nada, te hace sentir como debió de sentirse Atreyu tirando de Arthax, cuando su caballo se ahogaba en el pantano de la tristeza. A veces me gustaría conocerla y comprenderla un poco mejor, pasar más tiempo con ella y disfrutar un poco más del poco tiempo que tenemos juntos, ya que casi siempre que nuestros caminos se cruzan, ambos tenemos obligaciones que cumplir.

Antes, cuando cada instante que vivíamos lo compartíamos juntos, solo nos hacía falta una mirada para saber lo que el otro estaba pensando. Ahora, poco a poco, por culpa de la distancia, a veces cuando miro a sus ojos me cuesta vislumbrar lo que en su mente se alberga. Eso me desconcierta y no sé cómo debería actuar, pero espero que ella sepa que siempre lo intento hacer lo mejor posible.

Puede que en ocasiones, sea un poco insoportable. Pero no creo que sea más que la cara que muestra al mundo, alimentada por el fuego de la lucha que sufre en su interior. Muchos son los defectos que alberga en su ser, pero el sumatorio de las características que posee la convierten en una persona única. En la que sus defectos son atenuados por segundas variables.

Ella siempre ha sido mi musa, el combustible de mi ilusión, el destino de todos mis anhelos, ella es mi inspiración. Y es por ella puedo conseguir la luna al ponerse el sol. Por ella sería capaz de todo porque… todo se lo debo.

Mi hermana: alguien que sin llegar a conocer del todo, ocupó el centro de mi vida y me convirtió en lo que ahora soy; una niña que sonreía cuando la despertaba por las mañanas haciéndole tonterías; una chavala que compartió mis horas de juego, deseos e ilusión; una mujer que escuchó los secretos más profundos que guardo en mi corazón; un alma libre que compartirnos los dos, a la que el destino en dos cuerpos separó…

Felicidades, Azahara.

¡Te quiero!

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