No importa lo que fuiste, ni lo que te gustaría llegar a ser…
No importa lo que un día soñaste, ni tampoco los sueños que aún están por
llegar. Lo importante es lo que eres y lo que anhelas en este preciso momento,
las metas y objetivos que te motivan a seguir luchando un día más en esta
batalla de la vida.
Si fuiste feliz, eso ya no importa. Si crees que llegarás a serlo, tampoco. Lo difícil es serlo ahora, en este instante. Sentirse feliz, cuando ya no queda esperanza, ni fuerzas, ni voluntad… Sentirse feliz… Qué lejanas palabras…
De nada sirve pensar en quién serías o dónde estarías si fueras una de las millones de personas que podrías haber sido. De nada sirve pensar cual fue el punto de inflexión en tu vida, que te llevó a tomar uno u otro camino. Lo importante es que eres quien eres, y estás donde estás.
Si no luchas por nada, no puedes fracasar. Pero sin posibilidad de fracaso no hay victoria posible.
No importan los recuerdos pasados, lo que viviste, lo que
llegaste a ser… Mira adelante, nunca hacia atrás… No vivas en las ruinas de un
pasado de esplendor… No malgaste la única vida que te han dado… No cometas los
mismos errores que yo.
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