jueves, 8 de noviembre de 2012

Una mujer sincera


Ayer vi en la televisión algo que me dejó un poco desconcertado. Estaba viendo las noticias en la primera de Televisión Española cuando comenzaron a hablar sobre las elecciones en Estados Unidos. Informaban sobre que se habían dispuesto unas carpas improvisadas para que los habitantes pudiesen ejercer su derecho a voto, ya que casi toda la costa Este del país había sido devastada una semana antes por la tormenta “Sandy” y los colegios electorales no disponían de los medios necesarios para llevar a cabo tal fin.


Una reportera, se acercó a uno de los barrios más pobres y devastados de una ciudad cualquiera. Comentaba que en dicha ciudad se habían habilitado autobuses gratuitos para que las personas que habían perdido la casa y todas sus posesiones pudiesen acercarse a elegir al nuevo presidente.

Se acercó a una mujer hispanohablante, con un aspecto cansado y semblante serio. Llevaba en su mano una fregona, con la cual intentaba evacuar el agua que había dentro de lo que antaño debía haber sido una cochera. El agua le llegaba a las rodillas, todo a su alrededor estaba devastado por la tormenta. Centenares de cajas y objetos apilados, seguramente catalogados en servibles o inservibles.

- “¿Qué piensa usted sobre los autobuses habilitados en la ciudad para que puedan ir a votar sus habitantes? Es una buena iniciativa, ¿no?” – Preguntó la reportera.

A lo que la mujer, con cara de sorprendida y muy seria, respondió literalmente: “A mí me da igual quien gobierne. No me importa que sea Obama, Romney o quien sea. Porque sea quien sea siempre va a ser la misma mierda en la que vivo. La tormenta me lo quitó todo, no tengo nada y nadie me ayudó. Da igual a quien votes, ninguno hará nada por ti. Yo lo único que quiero es poder vivir…”

La reportera, como todos os imagináis se quedó enormemente sorprendida. Ignoro si fue por que las palabras de la mujer calaron muy hondo en su mente o simplemente no era esa la respuesta que quería escuchar.

Lo que a mí me sorprende es la falta de humanismo y la sobra de hipocresía en el mundo. ¿Cómo alguien puede gastar miles de dólares en contratar unos autobuses para que gente que no tiene nada vaya a votar, en lugar de donar esos dineros para que puedan reconstruir sus casas? ¿Por qué si tanto les interesaba el voto de esas personas a Obama y Romney no fueron ellos mismos en chándal a ayudar a todas esas familias sin hogar?

Los políticos parecen vivir en un mundo paralelo. Si van a ayudar a alguien lo hacen vestidos de traje. Llegan a lugar del accidente rodeados de cámaras y con un discurso preparado, dan la mano a los afectados, les suelta unas palabras de apoyo aprendidas de memoria y de vez en cuando ayuda económicamente a esas personas si la catástrofe fue muy grave. Luego, vuelve a su limusina y se va, a seguir con su vida.

Esta mujer lo tenía claro: El mundo está corrupto, las personas son egoístas e hipócritas por naturaleza y si les das poder se vuelven arrogantes y vanidosos. Tú, puedes creer en lo que quieras. Pero si seguimos actuando de forma individual y egoísta jamás conseguiremos cambiar el mundo en que vivimos.

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